03 octubre 2013

La teoría y las ciencias sociales


Illustración de "Dwig" de la colección
Dave Thomson.
No es poco frecuente escuchar a algunas personas referirse despectivamente a las teorías: "eso sólo sucede en teoría", "la evolución es sólo una teoría", y otras expresiones similares. Estas minimizaciones muestran una comprensión inadecuada de lo que la teoría significa para el estudio y la investigación científica. Tal vez, cuando alguien indica que tal o cual cosa es "sólo" una teoría, está confundiendo el sentido de la palabra, con el de "hipótesis", que es un supuesto susceptible de falsación. Las teorías, por su parte, son sistemas de conceptos y categorías que explican las relaciones existentes entre los fenómenos y los procesos de cambio.

Hacia las ciencias sociales, a veces desde el área de quienes trabajan en las ciencias llamadas "duras", pueden escucharse críticas que acusan a este tipo de estudios de excesivamente teóricos. Es necesario entender, sin embargo, que las teorías en la investigación social cumplen roles particulares y de importancia fundamental, ya que son la herramienta a través de la cual se interpretan los sucesos para darles sentido y pasar de lo meramente anecdótico a lo verdaderamente sistemático. En las ciencias sociales, a diferencia de las ciencias exactas, la observación por sí misma nunca es suficiente y las respuestas no se obtienen directamente, por ejemplo, a través del trabajo de laboratorio. Hoy escuchaba a un profesor decir que si el mundo de lo aparente bastase para entender las relaciones entre las personas, las ciencias sociales serían innecesarias. Precisamente porque la investigación en ciencias sociales se preocupa de las personas, de sus formas de relacionarse, de sus emociones, de sus sistemas de organización y comportamiento -la realidad social es fluida-, es absolutamente fundamental contar con un marco teórico sólido que sostenga la investigación que se ha de desarrollar, cualquiera que sea la metodología que se escoja. En otras palabras, si no se conoce profundamente el marco teórico, cualquier metodología está destinada al fracaso.
El marco teórico evita que los fenómenos se interpreten de manera aislada, caótica o incompleta, proporciona un escenario adecuado para identificar diferentes dimensiones y perspectivas desde las cuales se puede observar el fenómeno (evitamos la polarización, la sobre-simplificación y el monocromatismo) y nos enseña a precisar conceptos y categorías que manejaremos luego al analizar nuestro objeto de estudio. Lo más importante es que la teoría nos permite enfocar las preguntas que nos hacemos al investigar, en otras palabras, qué es lo que queremos saber. El planteamiento adecuado de las preguntas de investigación es el origen de todo proyecto relevante y exitoso.
La investigación en ciencias sociales no nos da respuestas exactas ni predicciones inequívocas. Pero es capaz de anticipar probabilidades y describir las estructuras y los conjuntos de circunstancias que propician la aparición de un fenómeno social o su transformación. A través de los marcos teóricos podemos identificar patrones generales que se repiten en situaciones diversas y eso nos ayuda a entender las direcciones hacia las que caminan las sociedades humanas y cuáles pueden ser los mecanismos para mejorar nuestra convivencia.