02 abril 2009

Elección 2009: la postura de la izquierda

presidente_rafael_correa Controversial y criticada ha sido la gestión de Rafael Correa durante dos años de gobierno. Mientras los conservadores aborrecen al régimen por "rojo", los militantes de izquierda entienden que las prácticas oficiales no son socialistas ni están generando un cambio en la estructura social. Sin embargo, frente a la coyuntura electoral, la posición de la mayoría de movimientos de izquierda ha sido de apoyo a la candidatura del actual presidente. A continuación transcribo algunos fragmentos de una carta abierta, de autoría del c. Paúl Almeída, secretario de organización del Partido Comunista, que tienen relación con la actual época electoral.


(...) No le podemos pedir a el Estado burgués que nos organice a la clase trabajadora para darle el golpe, no podemos ser tan ingenuos o tan cómodos; es por eso que los comunistas no estamos decepcionados de Correa, no podemos estar decepcionados de nada porque no esperábamos nada en particular, tan solo confiábamos en poder alcanzar espacios y capacidad de gestión para incrementar nuestras competencias como Partido, utilizando lo que esté al alcance. Si imaginamos que el capitalismo es un barco, las elecciones y las conquistas electorales sólo promueven un cambio de capitán, pero su motor seguirá siendo el mismo; por ello nuestra tarea es organizarnos, no en contra del capitán que ha parado la hélice del motor pero que no ha decidido desmontarlo, sino aprovechar que el motor está parado o caminando lento para desarmarlo y navegar con nuestros propios remos.

mujer comunista (...) Así pues, deberíamos recordar que cuando en la insurrección de julio, Lenin, pese a la tentación de lanzarse con todo por el poder, se dio cuenta que no era el momento porque habría debilitado y expuesto sus fuerzas, dejó pasar el momento y lo aprovechó para fortalecerse. En octubre en cambio, aprovechó la crisis y el descontento general de la gente que se sentía decepcionada, y asaltó el poder con un ejército de obreros conscientes y armado fundamentalmente de una magnífica maniobra política de un Partido con unidad orgánica.
La táctica no es, pues, algo separado de la doctrina; todo lo contrario, la táctica no admite concesiones ideológicas pero se define como un proceso flexible proyectado a los fines últimos de la organización.

(...) En definitiva, en términos económicos, sería imposible para el Ecuador avanzar más de lo que hemos avanzado hasta hoy, claro que cualquier pseudo revolucionario creerá que nadie aprueba el examen de turbiedad política y lanzará un feroz discurso sin plasmar una verdadera propuesta de economía política aplicable a las condiciones reales del mercado nacional e internacional como ocurrió en Rusia o Cuba.

En la Revolución Rusa se reconocen las más variadas formas económicas: régimen agrícola patriarcal, pequeña producción agraria para el mercado, capitalismo privado, capitalismo de Estado, socialismo. Y con esa experiencia, en un primer paso la lucha económica no se plantea como el paso inmediato al socialismo sino a la socialización y la organización de los procesos entendiendo las limitaciones sobre el poder político, comercial y financiero. Actuar de otra manera solo generaría la baja en la producción, el levantamiento angustioso del pueblo y cederle el poder a los que antes lo tenían, renunciando a las pocas conquistas alcanzadas y a las posibilidades reales de organizarnos y caminar en la construcción de la revolución y de los poderes.