15 diciembre 2008

Citas: Ludwig Feuerbach

Es más cómodo sufrir que actuar; es más cómodo dejarse redimir y liberar por otro, que liberarse a sí mismo; es más cómodo hacer depender su salvación de otra persona, que de la propia fuerza; es más cómodo amar que anhelar; es más cómodo saberse amado de Dios, que amarse a sí mismo con un amor sencillo o natural, innato en todos los seres.
 
Dios no es más que el espíritu humano proyectado al infinito.
 
El hombre dice de Dios aquello que cree de sí mismo.
 
La creencia en la vida celestial es la creencia en la inutilidad e insignificancia de esta vida.
 
Mi primer pensamiento fue Dios, el segundo la razón y el tercero y último el hombre.
 
Las verdades más sencillas son aquellas a las que el hombre llega más tarde.
 
La moral que no tiene por objeto la felicidad es una palabra vacía de sentido.
 
No ser nada y no amar nada, es lo mismo.
 
La vida, como un vino precioso, hay que saborearla poco a poco, sorbo a sorbo. Los mejores vinos pierden todo su encanto y no se estiman bien si se tragan como si fuera agua.
 
La religión tiene por padre a la miseria y por madre a la imaginación.